En 1976 nace un legado.

 

En junio 6 de 1976 nace en la ciudad de Mayaguez Puerto Rico "Centro De Relojería". En la antigua calle post esquina sol #4,  hoy conocida como calle Ramon E. Betances esquina Santiago R. Palmer.

​

Su fundador el Sr. Angel Torres Ramirez, quien despues de una larga carrera exclusivamente dedicada a la alta relojeria dentro y fuera de Puerto Rico decide aventurarse y abrir su propio taller. Con su carácter amable y su singular manera de hacer negocio atrae a su taller una clientela considerablemente grande que aunque lo crea o no, aun hoy, 40 años más tarde esos mismos clientes o sus decendientes aún continúan recibiendo las mismas atenciones y trato que Don Angel les daba. Varios años mas tarde se le une el Sr. Angel Luis Marti un verdadero maestro relojero. Con la llegada de Marti incrementa  aún más la clientela, convirtiendose así, Centro De Relojería en el taller mas próspero del area. 

​

Por mi parte puedo decir que desde mi ninez siempre sentí una pasión por todo lo que yo pudiera abrir, desmontar, repararar o modificar, como juguetes, radios y especialmente relojes. Aunque llevaba una vida normal, estudios, trabajo y ya una familia, la pasión por la relojería continuaba tomando la mayor parte de mi tiempo libre. Fue por una casualidad de la vida cuando conozco a estos dos caballeros quienes para mi sorpresa deciden pasarme todos sus conocimientos. Asi estuve varios años. Desafortunadamente la muerte sorprende a Marti dejando un gran vacío en la vida de todo aquel que lo conoció, especialmente en Don Angel.

 

Fue en ese momento que Don Angel me comunica su interés a que yo me uniera al taller, a lo cual me niego, ya que tenía familia y un trabajo estable con beneficios que no podría obtener trabajando por cuenta propia. Debido a su astuta y persuasiva naturaleza, Don Angel me compromete a ir al taller mis dias libres, lo cual yo disfrutaba grandemente.

​

El tiempo cobró su factura pendiente, Don Angel comenzo a dar señales de que el ocaso de su vida se avecinaba, manos tembloruscas y la falta de memoria obligarían a Don Angel acogerse a un involuntario retiro. En mi memoria aun puedo ecuchar las palabras que Don Angel me dijo hace ya varios años. "Julito, yo quiero que mi negocio nunca cierre". Estas palabras calaron tan hondo en mi, que no tuve más opción que complacer a mi maestro y amigo. Una vez más la astucia y persuasividad de Don Angel rindieron frutos.

​

Es entonces que para el año 2010, "Centro De Relojería" se convierte en Noble & Fernández Relojeros. Año lleno de obstáculos y dificultades que superamos con éxito. Gracias a mi esposa, Laurie, quien sin dudarlo fue la primera en embarcarse en esta aventura, y quien a sido mi más grande soporte, pilar y razón de ser de nuestra familia y negocio.

​

En Noble & Fernández Relojeros nuestro compromiso e ideal sigue siendo el mismo que hace 40 años atrás, servir y satifacer a todos nuestros clientes, ofreciendo la mejor calidad en nuestro servicio y el mejor trato que pueda encontrarse en el mercado hoy en día.